Seleccione las secuencias más memorables
Tienes un tiempo muy limitado para convencer al espectador de que merece la pena ver tu película. Por eso tienes que elegir segmentos realmente espectaculares para tu tráiler. Pero hay que encontrar el equilibrio: no hay que revelar demasiado y estropear la diversión. Engancha al espectador, pero deja preguntas clave sin respuesta y secretos vitales sin desvelar.
Mantén la estructura en tres actos
Un tráiler es una historia. La forma clásica de contar una historia es en tres actos:
Exposición: presenta a los personajes principales y el entorno en el que viven.
Desarrollo (acción e intensidad crecientes): introduce el conflicto y las complicaciones.
Clímax: intensifica el argumento y lo resuelve.
Elegir la música adecuada
A menudo, una música bien elegida puede ser la mitad, o incluso más de la mitad, de la victoria. La música une todos los elementos de la historia, define el estado de ánimo del tráiler, crea la atmósfera adecuada y puede tener un gran impacto en el público.
Usa tu sentido del ritmo
Un tráiler eficaz siempre implica un montaje rítmico. Si la historia del tráiler se desarrolla rítmicamente, se crea una sensación de fluidez que provoca más emociones en los espectadores y les hace sentirse conectados con los personajes. Corta tu tráiler en fragmentos para que el cambio de fotogramas se sincronice con el ritmo de la música y parecerá y se sentirá muy natural.
Aplica trucos de eficacia probada
Por último, pero no por ello menos importante, hay algunas técnicas específicas que se utilizan en la mayoría de los tráilers y que contribuyen a su eficacia:
Fundidos a negro y de negro
Efectos de sonido atmosféricos como zumbidos, explosiones, silbidos, etc.
Voz en off o texto en pantalla que destaque los temas principales de la película.
Cortes rápidos (para la acción trepidante)
Música tranquila al principio, que va in crescendo hacia el final.
Finales abruptos y dramáticos, casi silenciosos.
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